Siempre descubrías tus nuevas capacidades y habilidades a causa de un: "A que no te animás...". No había nada que fuera más lindo y prohibido que jugar con fuego, a pesar de que algún mayor te amenazara con que “el que juega con fuego a la noche se hace pis”. “¡El ultimo es cola de perro!” era el grito que te hacia correr como un desaforado hasta que sentías que el corazón te salía del cuerpo, el poliladron era sólo un juego para los recreos y era mucho mas divertido ser ladrón que policía, las bombitas de agua eran la más poderosa, eficiente y moderna arma que se había inventado, la desilusión era haber sido elegido último para el equipo de tu escuela, venenosa se refería solo a un tipo de “mancha” y no a ciertas alimañas o algunas personas, para viajar de la tierra al cielo solo tenias que jugar rayuela, la red de una cancha de tenis tenía la altura necesarias para jugar un partido de voley y las reglas… no importaban demasiado.
El semáforo, si eras nena siempre elegías el color amarillo, ya que solo te preguntaban si era verdad que te gustaba… si eras varón siempre e indefectiblemente elegías el color rojo y hay nomás pedías un beso… en la boca. Los hermanos mayores eran el peor de los tormentos pero también eran los más celosos, fieles y feroces protectores.
Guerra sólo significaba arrojarse trozos de tizas y papel durante las horas libres, la guerra era algo que había sucedido antes de que naciéramos y que no volvería a suceder, los helados por supuesto constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales, tu bici se transformaba en una poderosa moto con solo colocarle un cartón, una chapita o una bombita de agua en los rayos de las ruedas y si tu bici tenia el asiento banana, bueno, eras el capo máximo de la cuadra.
Cambiar figuritas en el patio del colegio, si eras de los más chicos siempre aparecía uno de los grandes y te decía que te daba un toco de figuritas por una de las tuyas, claro, lo que vos no sabías era que la que vos tenías en la mano era la más dificil del álbum. Las situaciones “raras” eran básicamente afilar, atracar, bailar, chic chu chic, chapar, contigo pan y cebolla, corto con, franelear, fulano señorita, fulano gusta de, fulano detrás de, largas o te largo, me arregle con, pirobar, te vino?, eso?, vos te dejas?.
Si ustedes pueden recordar la mayoría de estas cosas, entonces significa que han estado vivos, que han tenido una infancia felíz y que el niño que todos tenemos adentro todavía sigue vivo. Por lo menos yo, me acuerdo de todo eso, a todos nos viene bien tener en mente esos tiempos en que todo era distinto, reservemos siempre ese pedacito en que todavía somos niños porque es el que nos hace relacionarnos entre nosotros y con la vida de una forma más pura y más honesta.
Esto se lo dedicamos a cualquiera de nuestros amigos que necesite un pequeño descanso en su agitada y estresada vida de adulto y que el ultimo grite: “piedra libre para todos los compañeros”, así nos salvamos todos.